Decoración: El minismalismo como estilo de vida

El minimalismo es un concepto muy sencillo que implementar en nuestras vidas y muy sencillo de describir: la capacidad de vivir con poco, de forma sencilla y limpia. En este post hablaremos sobre este estilo de interiorismo para el hogar, pero también hablaremos del minimalismo desde el punto de vista espiritual.

Cuando hablamos del minimalismo hablamos de este movimiento interiorista en el que las líneas rectas, la sobriedad, la ausencia de mobiliario y los colores blancos y negros predominan. El estilo minimalismo es aquel que se cualifica como el diseño del futuro, en el que el espacio se clasifica por las necesidades y esto quiere decir que cada elemento del minimalismo debe ser funcional, debe servir para algo, no ocupar un espacio sin más. Para conseguir el minimalismo en nuestro hogar necesitamos reducir nuestro pensamiento a lo más básico y contar solamente con lo que necesitamos, para que cada pieza de mobiliario que haya en el hogar tenga una razón para ocupar ese espacio.

Organización de elementos

Por lo tanto, en primer lugar, debes pensar en la utilidad que le darás a cada espacio y en los muebles que necesitarás para ello. Tras escoger las piezas de cada espacio debes pensar en las formas que quieres que tengan esas piezas de mobiliario. También debes tener en cuenta las líneas que quieres que sigan (formas cuadradas, rectangulares, triangulares, en horizontal, diagonal, vertical, etc.). No es imprescindible que sigas estos pasos muy a rajatabla, pero si los sigues conseguirás un estilo minimalista correcto y unificado.

Monocronismo

El monocromismo también es una de las premisas del minimalismo. Generalmente, los interioristas escogen los colores neutros, grises blancos y negros para conseguir un estilo minimalista. En muchas ocasiones un hogar minimalista puede ser totalmente blanco, desde los techos y los suelos a los muebles. Sin embargo, también podemos optar por dos colores a la vez (y no es muy habitual optar por tres colores) e incluso podemos escoger un color y utilizarlo en varios tonos. Podemos por ejemplo escoger un beige que se desvanece en varias intensidades, destacando unos elementos o espacios en concreto.

El estilo monocromo es ideal si además utilizamos un color fuerte, que destaque. Podemos utilizar este color en algún mueble o en algún elemento que queremos que destaque, que colocaremos en un lugar en el que no pasará desapercibido. Pon este color en el sofá o en sus cojines, en una alfombra, una colcha, etc. No obstante, lo más importante a la hora de contar con un estilo minimalista es el espacio. El espacio vacío cobra un sentido importante en el estilo minimalista, ya que el espacio interactúa con esos muebles y si conseguimos un equilibrio visual, tendremos un punto focal en la estancia.

Detalles especiales

Los pequeños detalles pueden dar una profundidad especial a este estilo. Podemos añadir detalles especiales mediante la carpintería, las puertas, los dormitorios, etc. Los materiales en este caso son muy importantes. Utiliza materiales de calidad naturales, como la madera, la piedra o el mármol. Pero la clave es conseguir unas líneas simples, limpias.