Aunque parezca poco habitual, el estilo clásico es mucho más frecuente de lo que pensamos y lo podemos encontrar en la mayoría de los hogares. Este estilo es ideal si no te identificas mucho con el estilo minimalista y lo que te gustan son los elementos más vintage, más naturales y hogareños. En este post te daremos algunos pasos para que consigas este estilo mediante un pequeño cambio de los muebles o los colores de los revestimientos.
Un estilo con historia y gran recorrido
La decoración clásica en interiores es una atemporal, ya que ha prevalecido intacta desde hace siglos y realmente nunca pasa de moda. Esto se debe a que el estilo clásico es uno que se puede incluso adaptar a los gustos de cada persona, a nuevas tendencias y a cualquier circunstancia del hogar. Aunque este estilo surgió entre los siglos XV y XVI, decorando salones de la forma más elegante y formal posible, hoy en día sigue transmitiendo elegancia y sobriedad.
El uso de telas chenille, jacquards y estampados con flores son las que más abundaban en esa época, con una gran variedad de colores: verde, azul, ocre y, sobre todo, el color vino. Estas telas se utilizaban para manteles que cubrían grandes mesas y pesadas cortinas que cubrían enormes ventanales de casas con un estilo contemporáneo o francés. Otras telas muy recomendables para conseguir ese estilo tan elegante y de gran sobriedad son las seas y el terciopelo (sobre todo en colores verdes, azules y rojos intensos).
Materiales propios del estilo clásico
En cuanto a los materiales que más predominan en el estilo clásico, podríamos decir que la mejor elección son los materiales que transmiten calidad, alta clase, lujo y distinción. Sin embargo, esto no quiere decir que tengamos que hacer un gran desembolso para conseguirlos. Hablamos de materiales como el bronce, la cerámica, la porcelana y el cristal, pero también materiales más costosos como el mármol.
Podemos aplicar estos materiales a los distintos revestimientos del hogar, como el suelo o las paredes, pero también podemos optar por muebles fabricados de este material. Si cada cierto tiempo te gusta cambiar el aspecto de tu hogar tenemos opciones más económicas. Para los revestimientos podemos optar tanto por estos materiales como por un linóleo que imite el aspecto exacto de estos materiales (una opción mucho más económica).
El mobiliario del estilo clásico
Sin duda, uno de los aspectos más importantes y que más debemos cuidar son los muebles. Si queremos conseguir un estilo clásico para nuestro hogar podemos contar con cenefas de madera para las paredes, algo muy habitual en las casas de hoy en día. Para el comedor sería muy interesante un aparador de madera con las patas en espiral, como las de los muebles del estilo francés. Los sofás y los sillones, si son orejeros y de terciopelo, mejor aún.
Para las habitaciones podemos contar con espejos grandes, colocados en el suelo y con un marco de un color llamativo y relieve con elementos vegetales (hojas, colores, tallos, curvas, etc.). Podemos colocar cerca de la cama un baúl, por ejemplo, para colocar la ropa de la cama. Las librerías, los sinfonieres y las mesas grandes y torneadas son una muy buena apuesta para conseguir este estilo.